contador de visitas

22 sept 2011

Lo único que tengo.


Hojas escritas y manchadas en el límite de la mañana, sufriendo la depresión de las palabras sin color, donde ahora quedó una mancha oscura, tenue y algo aterradora. Pero las letras no se han ido, desgraciadamente tal vez.
Mis ojos localizando los hallazgos de los garabatos insensatos de una lógica perdida, con palabras cualquiera, repetitivas, llenas de todo lo que no dejan de hacerlas inconclusas.
Los incendios mentales sucediendo, quemando los bosques creados a partir de la base de letras inesperadas, de una ilusión desganada y el miedo. Donde aún sigue extraviada la cordura de los parámetros de un hoyo negro, ciego de la realidad, que se encarga de sustraer información y léxico.
Ya no consigo retener las palabras. Y de tanto pensar en el guión de lo que sucederá, al final termino por transformar todo suceso en un realismo pronosticado por un mal congénito, quizás.
A pesar de que siento que puedo perder todo y quedarme con nada, creo que nunca nadie me podrá quitar lo único propio y mío que tengo hasta ahora, escribir. Aunque solo sean garabatos innecesarios que esconde entre espacios un poco de sentido.

13 sept 2011

Cómoda inconformista.



No me acostumbro a este fragmento que ahora soy de lo que antes fui.
No me consuela el pensamiento conformista de que a su debido tiempo todo volverá a ser como antes.
No reconcilio el pasar de los días con el tiempo tendido, esperando a que las cosas sucedan más rápido, mientras que en mi desgano y razonamiento me cuestiono todo de brazos cruzados, simulando hacer algo para el que ha llegado tarde.
A veces de verdad todo parece un pronóstico mal creado, un error de la naturaleza que marcha y me marchita en mi realidad, envenenando los pasos, adormeciéndome las piernas y palpitándome el corazón, como tal taquicardia terminal que quisiera darle un final absurdo a todo delirio embriagado con circunstancias de la realidad y un toque de pánico infernal.