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9 nov 2012

Hoy, mañana, pasado, y siempre; hasta que la muerte nos separe.


Qué hacer para que dejen de ser sobrevivientes de una vida de mediocridades envueltas en un envoltorio de papel de regalo. Cómo tratar de evitar ser una sobreviviente más y empezar a vivir?
Las soberanas sombras cada vez más largas, los rostros cada vez más arrugados, sumando y sumando depresiones, sonrisas invertidas y la tristeza en la mirada. La misma mirada de siempre que deja esclarecer una sonrisa mutilada por las circunstancias.
La incertidumbre de pensar en un mañana, sumando dolores de cabeza y restando ritmo cardíaco.
Los mismos oídos de ayer, hoy desgastados por los constantes gritos y la bulliciosa ciudad incesable.
Un cigarro, dos, tres, diecisiete y de vuelta a comprar más. Empezando un día más para algún día terminarlo.