No quiero pensar, me niego, y sin embargo pienso. Mayormente cuando me recuesto hundiendome entre los almohadones de mi sillón y me invaden los recuerdos. Evoco memorias, olores, colores, sensaciones nefastas o encantadoras. Nunca sabré donde mi cabeza volará, y ante mi imposibilidad de luchar me dejo llevar.
Viajo en el tiempo, me adelanto, retrocedo, me pierdo. Pocas son las veces que me logro hallar, tan intensas, un minuto de paz, revelaciones quizás.
Mientras enciendo el tercer cigarrillo de la caja que se desvanece, junto a las sonrisas que se pierdem y las cenizas que en su consumición me liberan, me percato de que hilando cabos llegué a extremos insensatos, incoherentes, que poca relación guardan con lo que comencé pensando.
Lola, Lola. ¿Puede ser que de tan simple llegues a convertirte en la complicación máxima?. Complicación, simplicidad. Todavía no entiendo las definiciones de estos términos, ni creo jamás entender las de muchos, qe por simples son demasiado complejos. Siempre o jamás, todo o nada, ... parecen tan exactos que en su práctica son demasiado vagos. Pienso en que no deben existir, en que son sólo una maner de decir, lo que no se puede hablar.
Reparo en el dolor de cabeza que me provoca filosofar, y en que no creo llegar a una conclusión coherente en ese estado, y tomo el libro más cercano. Lo abro en cualquier página, despues de todo debe ser la decimocuarta vez que leo esas palabrs. Me gusta hacer eso, a veces coinciden los textos con mis pensamientos, y como creo que nada es casualidad, tomo ese hecho como alguna especie de señal. Algo serio. Tal vez delire demasiado, tal vez me complique con las cosas simples, como generalmente lo hago. Quizás seria mejor ir a dormir Lola, y despertarte temprano a caminar, a observar las pequeñas maravillas. Sería lo mejor, si el insomnio me permitiera pegar los ojos y soñar, aunque sea unos minutos.
Me adentro aún más en el sillón sintiendo que me hundo con la respiración, trato de controlar mi respiración y por unos instantes cierro los ojos y sueño que soy aire.
Viajo en el tiempo, me adelanto, retrocedo, me pierdo. Pocas son las veces que me logro hallar, tan intensas, un minuto de paz, revelaciones quizás.
Mientras enciendo el tercer cigarrillo de la caja que se desvanece, junto a las sonrisas que se pierdem y las cenizas que en su consumición me liberan, me percato de que hilando cabos llegué a extremos insensatos, incoherentes, que poca relación guardan con lo que comencé pensando.
Lola, Lola. ¿Puede ser que de tan simple llegues a convertirte en la complicación máxima?. Complicación, simplicidad. Todavía no entiendo las definiciones de estos términos, ni creo jamás entender las de muchos, qe por simples son demasiado complejos. Siempre o jamás, todo o nada, ... parecen tan exactos que en su práctica son demasiado vagos. Pienso en que no deben existir, en que son sólo una maner de decir, lo que no se puede hablar.
Reparo en el dolor de cabeza que me provoca filosofar, y en que no creo llegar a una conclusión coherente en ese estado, y tomo el libro más cercano. Lo abro en cualquier página, despues de todo debe ser la decimocuarta vez que leo esas palabrs. Me gusta hacer eso, a veces coinciden los textos con mis pensamientos, y como creo que nada es casualidad, tomo ese hecho como alguna especie de señal. Algo serio. Tal vez delire demasiado, tal vez me complique con las cosas simples, como generalmente lo hago. Quizás seria mejor ir a dormir Lola, y despertarte temprano a caminar, a observar las pequeñas maravillas. Sería lo mejor, si el insomnio me permitiera pegar los ojos y soñar, aunque sea unos minutos.
Me adentro aún más en el sillón sintiendo que me hundo con la respiración, trato de controlar mi respiración y por unos instantes cierro los ojos y sueño que soy aire.
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