Pretendo creer que no seguiré muriendo, que no permanecerás
incendiándome de a poco y completamente para siempre. Que no he de continuar
consumiéndome con él último cigarrillo que has encendido. Que no seré el último
sorbo del café frío que no deseas beber.
Por mucho que quiera, no puedo. Sé muy bien cuál es el
destino que le espera a esta nada. Sé cuál es el fin de esto que nunca existió.
Y sin embargo, continúo abriéndome paso entre el humo que me cega y merodeando
entre intentos fallidos por no reconocerlo.