traspasé la carretera, los extremos que creí ajeno y que mi aire sentía  impropio.
el bus iba de una manera distinta. todo me parecía extraño  pero no por eso maldito, quizás porque esta vez iba sola y pude apreciar  más mi alrededor en todo su esplendor. 
reconocía los ambientes, el  paisaje me empezaba a parecer más familiar. mi aire comenzaba a llegar y  mis pulmones expulsaban libertad.
pude pensar sobre ciertas cosas  que todavía no me dejan reaccionar, sobre las palabras que me dijiste,  las expresiones que me diste y mi impulsos tiritones de aquel momento  con tonos grises.
me llegaban lapsus de retrospectiva y ahí estabas  tú, con la misma sensación que provocaste en mi, con las mismas miradas  que en ese instante estaba dispuesta a pagar para que duraran por  siempre y con ese abrazo que parecía la viva prisión que todavía no me  deja libre de ti. estabas tú y un pasado presente junto a un futuro sin  utopías por seguir, y yo dispuesta a tomar el camino que hacia que mi  corazón latiera casi como una taquicardia rabiosamente infernal.
pero  había algo en ti, en mi y en nuestra cercanía que no me dejaba en paz,  había un obstáculo que como antes, se hacía partícipe de un momento tan  sublime.
me hiciste crecer, morir, revivir y perderme un poco, quizás  bastante.
te quiero pedir que me saques de aquí pero no puedo. ya me  lo dijiste, "si te pido que dejes de cortarte, de vomitar y de no comer  lo dejarías por mi?".
yo: no me hagas esa preguntar por favor, no  sabes cuánto me duele que me digas eso.
él: pero dime.. lo harías por  mi?
yo: no... puedo... responderlo.
él: entonces no puedes.
yo:  no sé, no sabes esto, no lo sientes. no sabes que tan fuerte es, por  favor trata de comprenderme un poco.
el: ok.
antes tu rechazo me  dolía y me incomodaba tu presencia, ahora me desconciertas, me confundes  y estoy al borde de un abismo sin cartel. sin señales de tránsito, sin  una brújula ni un mapa que me guíe hacia otro lugar.
qué me pasa  contigo, qué es lo que tanto me tiene atada a ti, a la nada.
(de hace mucho tiempo).

Muy bueno, muy Cortazar... Me gustó
ResponderEliminarSaludos
andrés
como mi propia vida.
ResponderEliminar