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26 ago 2011


Sonidos que reviven un pasado ahora tan lejano e inexacto. Un pasado que quedó escondido en cajas, entre libros colmados de polvo y recuerdos olvidados; pero que indudablemente sigue allí, como una astilla clavada en lo profundo de la piel. Canciones que se desvanecen entre cigarrillos, que se consumen a la par de escritos sin sentido.
Entre medio de tazas de café repletas de nostalgia, rememoro el infierno mientras se suceden miles de recuerdos que llevo clavados en las entrañas y muchas noches no me dejan respirar.  Hoy, nuestro pasado nos condena, nos lleva a vivir muertos en vida, en una constante e interminable agonía de existir.
Y vuelvo a ese momento en que todo comenzó para intentar comprender cómo me dejé llevar por vos, pero es imposible encontrar la razón entre tanto ruido, entre nuestros gritos  que intentaban en vano ahuyentar los demonios que se escurrían en medio del amor. Hoy ya no puedes decirme quien ser ni que hacer, y en cierto punto me alivia que ya no seas capaz de decidir mi destino por mí. Pero olvidé como elegir mi propia vida, la costumbre de que me hagas y deshagas a tu manera me lo impide aún hoy.
Un alivio sin precedentes me ha invadido desde que me decidí a hacer  a un lado tu voz. Tu presencia ya no es hoy tan fuerte como solía serla, pero sigue oculta en las sombras, esperando alguna debilidad para tomarme de nuevo con las defensas bajas. No puedo darme el lujo de permitirte entrar en mí una vez más. Esta vez me matarías, no soy tan fuerte como quisiera.
Algunas cosas nunca deben ser permitidas. Y que vuelvas a tomar mi vida bajo tus manos es una de ellas.

4 comentarios:

  1. Me senti muy identificada con el texto..
    Si es tuyo, tengo que decirte que escribes muy bien (:

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  2. Si, todos los textos que aparecen acá son escritos por Antonella y por mi (menos el anterior que es de Cortázar) Gracias.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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