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19 jul 2011

Un café, un libro y la ausencia. Tuya o mía. Que unidad tan indivisible llegamos a ser un día que en este preciso instante no distingo la diferencia entre ambas partes. La música sonando en el fondo y las imágenes de una película que no dejan que me concentre de todo en mi pensamiento, y aún así, en compañía de tanto, me sienta aún tan solo.
No olvido recordar un instante, y entre líneas leo mensajes subliminales que presiento dirigidos a mi parte. ¡Qué manía exuberante de buscar respuestas hasta en el mismo aire!
Definitivamente es un mal día para concentrarse, el café se ha enfriado con el frio desgarrante y las hojas de mi libro se encuentran demasiado gastadas como para ser claras. Cerrando los ojos imagino, y es sólo a ti a quien miro.


1 comentario:

  1. lindo el texto. me parecía que hace tiempo no sentía tan real un texto; pero a la vez tan triste en ciertos momentos.
    la ausencia terrible cuando estas rodeada de gente, cuando el corazón se llena de vacío y se torna gris. aunque a veces es opacado con un par de palabras lindas que tocan el corazón.
    (L)

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